Según mi experiencia, que data desde que nací ya que mi mamá es de aquí y me crié visitando esta tierrita bella (cuando eso en el Dudú no cobraban y para llegar al saltadero tenías que tirarte y encaramarte😂), es porque aquí los atractivos naturales te dejan boquiabierto sin importar las veces que vengas.
Municipio de la Provincia María Trinidad Sánchez, Cabrera tiene todo lo que puede ofrecer República Dominicana: playas totalmente distintas una de la otra, lagos, ríos, montañas, vistas que le quitan el aliento a cualquiera, comida buena, queso de hoja…¡¡Ay el queso de hoja!! Y por ahí maría se va; por algo es una de las rutas favoritas de agencias de viajes y blogueros promotores del ecoturismo.
Llegar es fácil, ya sea que vayamos en transporte público o privado; a unas 4 horas (promedio) por la autopista Duarte y apenas 2 si se toma la Juan Pablo II.
En los últimos años las autoridades municipales y la comunidad han hecho esfuerzos por crear las condiciones para promover a Cabrera como destino turístico, por ejemplo acondicionaron el malecón y el acceso al río El Saltadero, Playa Grande que es uno de los principales destinos de la zona tiene instalaciones para facilitar la estadía de los visitantes (parqueos, baños y duchas higiénicos y de libre acceso), han arreglado carreteras de acceso a distintos campos de la zona, etc.; y aunque todavía hay un potencial enorme de desarrollo, lo que significa que falta mucho por hacer, venir a Cabrera es toda una experiencia de esas que yo llamo “reseteo del alma”.
Pero lo más valioso que esta privilegiada zona (sonará a cliché pero es la verdad), es su gente; en todas partes de encuentra de todo, pero aquí el calor humano está a la orden del día, sobre todo cuando nos adentramos loma arriba.
Aquí se reafirma que República Dominicana lo tiene todo.
A paisito que le gusta a gente este.
Por: Carolina Rodríguez