Nagua. A principios del presente año, precisamente en el mes de marzo el pasado Ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito cortaba la cinta que dejaba inaugurada la primera etapa de la reserva y parque ecológico nagua, un espacio de 153,837M2, compuestos por bosque, humedales y manglares, con especies endemicas de flora y fauna y preserva para especies en peligro de extinción.
Todos recordamos felices los Esfuerzos desarrollados por la gestión local de entonces, en mancomunidad con las demás autoridades, empresarios y terratenientes de la zona logrando que este espacio ubicado después de la plaza nueva nagua que lindera con los terrenos del Malecón y el sector las Cuarentas, fuera dotado con cerco perimetral, barandillas, sendero de acceso y una caseta de vigilancia para su protección.
Pero a casi 8 meses y con nuevas autoridades nacionales y provinciales. ¿Cuál es la condición actual del parque ecológico? Se le ha dado, o ¿se pretende darle seguimiento a esta obra de vital importancia para la salud de la ciudad y el sano esparcimiento? ¿Que ha pasado con los proyectos de la segunda etapa? Pero más importante aún ¿que ha pasado con los logros ya alcanzados con este parque ecológico?
Según hemos sabido, empresas de la zona que pretendían hacer aportes importantes para obras dentro de la segunda etapa han retirado el apoyo, tal es el caso del proyecto Playa Grande, quien hacia aprestos para equipar el área de juegos infantiles; más alarmante aún es el hecho de que uno de las personas que habría cedido terrenos para el parque, en días pasados, los sembró de cocos, retirandole al parque el área que sería utilizada para esparcimiento; La Gota que derrama el vaso y que crea esta voz de alarma, es la noticia de que el propietario de los terrenos donde se encuentra la caseta de vigilancia, supuestamente ha dicho que no la quiere ahí, alegadamente porque no confía en el el manejo ni el destino que tendrá el parque.
Con nuestro comentario queremos hacer un llamado a la administración de medio ambiente, a las autoridades municipales y de la provincia, asi mismo como a la sociedad civil, a no abandonar este esfuerzo en favor de preservar nuestros recursos naturales, en una ciudad donde las áreas verdes y de esparcimiento representan menos del 2% y donde urgen espacios eco amigables que sirvan como pulmón para desintoxicar la ciudad.
Preservemos y renovemos esfuerzos en favor de este parque, y con el, de la proteccion de aves, peces, crustáceos y reptiles que habitan en este espacio, protejamos lo poco que nos queda de flora silvestre en la ciudad y hagamos que el interés colectivo se imponga al interés particular, mezquino y depredador de unos pocos que olvidan que todos respiramos el mismo aire.