En la mañana de este jueves en rueda de prensa la Procuraduría General de la República, a través de su máximo representante, Jean Alain Rodríguez, anunciaba el Plan de Humanización del Sistema Penitenciario, un gran proyecto cuya obra principal será la construcción del nuevo Complejo Penitenciario La Victoria, con capacidad para 9257 internos, hospital, estación de bomberos, unidad anti motines, sub estación eléctrica, entre otras. Así mismo como la remodelación de 40 cárceles del país, aseverando que todo estaría listo para Abril de 2020.
La fuente principal de recursos para la realización de estas obras serán los recursos obtenidos por las multas y compensaciones de los casos Odebretch, (con la firma del mismo nombre) y Súper Tucano (con la empresa Embraer) los cuales han desembolsado ya unos US$67MM de un total de cerca de US$200MM adeudados al país por estos conceptos.
Hasta ahí todo bien, pero ¿Qué pasa con las cárceles, principalmente en el viejo modelo, que no resisten una remodelación? Cárceles como la cárcel pública de Nagua, ubicada en la fortaleza Olegario Tenares, justo en el centro de la ciudad, una cárcel por demás sobrepoblada, construida originalmente para 32 reos, luego ampliada a 70 y que en la actualidad alberga a 307 privados de libertad. Sobre pasando su capacidad en más de un 400%.
Nagua necesita una nueva cárcel fuera del casco urbano, una cárcel moderna que respete los derechos humanos de los privados de libertad y que cree las condiciones para que estos puedan regenerarse y ser devueltos como entes de utilidad para la sociedad. De modo que al desplazar la cárcel, el espacio que se está utilizando actualmente pueda reutilizarse para desarrollar proyectos de infraestructura que mejoren la calidad de vida de la gente.
Cómo por ejemplo una extensión del ITLA, como la que se hizo en monte plata, o un instituto de preparación extra curricular, un edificio nuevo para la misma PGR, un politécnico o cualquier otra utilidad que sea prioritaria. Todo menos una cárcel vieja, sobre poblada, con condiciones de insalubridad y ubicada en el mismo centro del pueblo, poniendo en riesgo la seguridad y la salud de los ciudadanos que viven en la periferia. ¡Una cárcel nueva para Nagua!
Por: Narval López.