Una vez más el gobierno de la República Dominicana participa en eventos internacionales que siguen colocando la nación en el mismo trayecto del sol, así como nos definiera el poeta Pedro Mir en su escrito Hay un país en el mundo.
Esta vez, el gobierno, representado en la persona de Danilo Medina, el canciller Miguel Vargas y otros que les acompañaban, participaban de la 73º Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, y donde el mandatario tendría una histórica participación en el órgano representante, normativo y deliberativo de la ONU, cuyos 193 estados miembros se reúnen cada año, en septiembre, durante la sesión que tiene lugar en el Salón de la Asamblea General en Nueva York.
Y definimos como “Histórica” dicha participación porque ella constituye un hito para nuestra nación, pues es la primera vez que asiste el mandatario, desde que República Dominicana fue escogida como país miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, histórico triunfo diplomático obtenido por el Gobierno, en junio pasado.
Y a decir la verdad, es una pena que este importante hecho, trate de ser empañado por el odio, la inquina y la falta de prudencia que desde hace un tiempo caracteriza a una parte de la oposición al gobierno, que desesperada por sus constantes derrotas en las urnas, no ha sabido hacer otra cosa más que, detractar y enlodar todo y a todos a su paso.
Una pena que la oposición no comprenda que no es vociferando improperios inmerecidos que se gana elecciones, sino en las urnas. Jamás estaré de acuerdo con esa mala práctica que lo único que hace es que lacera familias y nos divide aún más como dominicanos y dominicanas.
La justicia está para hacer su trabajo y quienes han cometido actos dolosos están siendo procesados por ella. Ciertamente hay quienes han cometido errores en la administración pública, pero ellos, más temprano que tarde pagarán por sus hechos, sentencias habrá en los casos en los que se determine que se incurrió en las supuestas faltas.
¿Está dominicana muriendo de hambre? ¡No! Está viviendo años mejores, aunque con imperfecciones y aún muchas desigualdades que con el tiempo hay que ir mejorando, pero no es verdad que estamos peor que ayer, porque hemos avanzando.
No reconocer que nuestra economía hoy es más fuerte y que hay planes, programas y proyectos puestos en marcha que han mejorado considerablemente la vida de cientos de miles dominicanos que han salido de la extrema pobreza en el país, podría hacernos esclavos de una gran mentira. El costo ha sido alto, también es cierto, así como también lo es el hecho de que, de alguna manera, hay que ir frenando la carrera de endeudamiento que hasta la fecha hemos ido llevando, sin embargo, sería hasta injusto no reconocer que se ha hecho lo que se tenía que hacer para lograr que cada uno de nosotros pudiera vivir o comenzar a vivir mejor.
¿Defender al gobierno? ¡No, ese no es nuestro papel! Pero tampoco sería justo no condenar el comportamiento de aquellos a los que el odio y las diferencias políticas los ha llevado a tanto.
Concluyo diciendo que, ladrón no es aquel al que alegremente hemos salido a definir como tal, para serlo, es necesario haber robado y probarlo ¡Prudencia dominicanos y dominicanos, porque al final del camino, cuando tratamos por diferencias políticas de perjudicar a tal o cual, no solo estamos empañando la vida de los hijos de aquellos que señalamos, sino también a nuestro país, como destino y marca!
Por: Amaury Reyna, Editor Político del Naguero.com. Político, comunicador y consultor en comunicación digital.