Pasaban de las 8:30 de la mañana y ya las afueras de la media naranja del Palacio de los Deportes del país lucia repleta de personas, no era para menos, el presidente de la fuerza política que más éxitos electorales de los últimos años acumula, habría convocado a sus fieles a una actividad en la que era posible que se anunciara su decisión de aceptar una precandidatura presidencial.
En medio de un escenario moderno, súper producido y en el que los ánimos eran visiblemente desbordados por quienes se hacen llamar Leonelistas dentro del oficialista Partido de la Liberación Dominicana, Leonel habló, y al analizar el contenido de su discurso, cabría preguntar, ¿Para quién habrán sido sus palabras? ¿El objetivo del discurso, cuál será realmente?
Aunque para algunos la pieza habría cumplido su cometido, pues se interpreta que Fernández tendría la intención de buscar la candidatura presidencial por el oficialista PLD, no quedó muy claro si sus pretensiones de volver a subir las escalinatas del Palacio Nacional se mantendrían si se abriera la posibilidad de que Danilo Medina opte por un tercer periodo.
Y es que, al asegurar que cuando se ha presentado a contiendas electorales internas y externas del Partido ha salido victorioso, pareciera que, el desarrollo del acto, incluidas sus palabras, fueran una respuesta a quienes no solo habrían llevado la voz cantante de que en la Ley de Partidos se establecieran las tan debatidas primarias abiertas y simultáneas, sino que también, han salido a recorrer el país y se habrían autobautizado como el relevo natural del actual presidente Medina.
El mensaje estuvo claro en esa dirección, el acto del pasado domingo fue una muestra evidente de su fortaleza, en sus palabras, la intensión de disputarle no solo el liderazgo, sino también la candidatura presidencial hacia el año 2020 a un relevo generacional que cada día trata de abrirse paso a lo interno de esa organización y la propia sociedad.
Sin lugar a dudas, este desafío político supone un gran reto para quienes aspiran a suceder a Danilo en caso de que este no se presente nueva vez como candidato, pues tendrán ahora que salir a construir respaldos que les permitan competir con quien se definió como el más éxito de su Partido y más fuerte hasta que los Partidos de oposición.
Lo cierto es que, aunque atrapado en su viejo discurso que recuerda todo lo hecho durante sus periodos gubernamentales, hoy vimos un Leonel que se definió reinventado. Bastó con ver aquella Ave Fénix que fuera proyectada y que resurgía de entre las ardientes llamas que le quemaban… y que luego de resurgir, llegada la calma, desaparecía y pasaba a convertirse en aquel fiero e imponente León que desafiante e intimidatorio se veía a través de la pantalla.
Por lo demás, como en otros casos, resta esperar, porque nos luce que, si como se espera, el semáforo que supuestamente está en rojo, pasa a color verde y se abre la posibilidad de que Medina se presente nueva vez como candidato, a ciencia cierta no sabemos si el León estaría dispuesto a seguir rugiendo, como sí lo está para hacer frente a un relevo que dice no temerle.
¡Esperemos a marzo, hasta entonces!
Editorial Naguero, 28 de agosto, 2018