Como si se tratara de iluminar las calles que aún a oscuras quedan en nuestro pueblo, la noche del domingo 17 de junio pasado, un grupo de familiares y amigos de los jóvenes Adwin y Noel estuvieron en las inmediaciones del Palacio de Justicia de la ciudad de Nagua encendiendo velas como forma de protesta, clamando porque haya justicia.
Y es que al parecer, esos dos jóvenes que fueron atropellados por un Sonata Blanco y que se dio a la fuga luego de cometer el hecho, terminará siendo uno de esos tantos «casos sin resolver» que por alguna razón existen en países como el nuestro.
Hay quienes afirman, que el caso «no camina» en justicia, debido a la supuesta vinculación de un hijo de uno de los alcaldes de la provincia, los mismos que entienden que este hecho fue un homicidio voluntario.
¿Quién tendrá la razón? No sabemos, es la justicia que está llamada a hacer su trabajo y las investigaciones de lugar para determinar y sancionar los hechos. Mientras tanto, desde este espacio, no hacemos otra cosa que llamar la atención a las partes, para que, a la brevedad, se pueda dar respuesta a un caso al que demasiada larga ya se le ha dado.
¡El problema no es que haya justicia, sino que se administre en los tiempos que debe! Aunque seguimos a la espera, tampoco nosotros comprendemos por qué hay que esperar tanto tiempo para que estos casos sean fallados.