Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad (Efesios 5:9).
Creer en Cristo Jesús como Señor y suficiente Salvador es dar inicio a una nueva vida. Al tener esta fe, pasamos de muerte a vida, de maldición a bendición y de tinieblas a luz. Naturalmente, al creer en Cristo, debemos reflejar su luz en todo cuanto hacemos: en nuestra manera de pensar, de hablar, de tratar a los demás. En pocas palabras, en nuestra manera de vivir. Y el reflejo de la luz De Dios en nuestra vida es cuando vivimos en la verdad. Pero, ¿qué significa vivir en la verdad?
Vivir una vida llena de verdad significa en primer lugar vivir en la Palabra de Dios. Es decir, aceptarla en nuestro corazón y vivir de acuerdo con ella. El Señor Jesús dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). La verdad se encuentra en la Biblia, que es la voz de Dios para cada uno de nosotros.
También, vivir una vida llena de verdad, significa que hemos creído en Cristo Jesús como Salvador personal. Él dijo: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Por lo tanto, una persona que vive centrada en Cristo y le sigue con un corazón sincero, es una persona que está viviendo en la verdad.
Finalmente, la verdad que predicamos, creemos y a la cual servimos, debe manifestarse también en nuestro estilo de vida. Es decepcionante cuando una lámpara se ha fundido y ya no puede cumplir más con su propósito. Lo mismo ocurre en la vida cristiana. Es triste cuando vemos a una persona que afirma creer en Cristo pero no tiene luz en su vida.
Hamlet Hilario