Preparan proclamación; mientras Jesús Vásquez, Andrés Bautista y el sector de Mejía han expresado sus dudas sobre la convención
SANTO DOMINGO. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) transita un camino fallido de consolidación, se desvanece ser opción real que pueda enfrentar con éxito al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su batería de aliados en las elecciones del 2020.
Por verse aún está si saldrá fortalecido y unificado de la convención en la que eligió sus autoridades nacionales y municipales, ya que los disgustos, impugnaciones de sus dirigentes impiden ofrecer una agenda unificada de juramentación a nivel nacional.
Hay temores de que el proceso electoral interno, realizado con un padrón cerrado de 527 mil militantes, pueda terminar en manos del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Ese miedo se alimenta de que la división de tendencias se ha expresado hasta en la comisión que organizó la convención, y los dos principales dirigentes, el presidente Andrés Bautista y su secretario general Jesús –Chú– Vásquez, no creen en el pasado proceso electoral, pues el primero lo descalificó antes de finalizar y el segundo ha pedido que se anule.
Chú Vásquez alega que estuvo “plagado de irregularidades” y exigió que se realice una auditoría por una empresa independiente y solicitó que le sean entregadas copias de todas las actas de apertura de las actas concurrentes de cada una de los centros de votación, debidamente firmados por los miembros.
Señaló que una de las primeras irregularidades consistió en que él y su delegado nunca tuvieron acceso al padrón definitivo.
A esto se agrega el reclamo de cinco miembros de la Comisión Nacional Organizadora pertenecientes a la corriente del expresidente Hipólito Mejía de que se les entreguen las actas del proceso electoral interno para que puedan firmar el boletín en el que se dan los nombres de los ganadores oficiales de las vicepresidencias y las subsecretarías generales.
En Santiago la situación ha llegado a niveles personales, lleno sus dirigentes de denuestos, acusaciones de fraudes e impugnación que ha abortado la credibilidad y ascendencia del PRM a niveles tales que expresan públicamente que es un proyecto fallido, lamentándose de haber dejado su partido de siempre, el PRD, al que no niegan de volver.