Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Josué 1:9).
En la actualidad, son muchas las personas que se encuentran en esta condición.
Para ser personas esforzadas y valientes, debemos tomarnos firmemente de la Palabra de Dios y hacer de los pensamientos del Señor nuestros pensamientos. En otras palabras, nuestros pensamientos deben ser un eco de los pensamientos de Dios.
La fortaleza en nuestra vida no proviene de nosotros mismos, del dinero, la fama o el estatus, sino que viene de Dios. Solo cuando su Palabra está en nuestro corazón podemos avanzar y vencer.
A su vez, no debemos permitir que el temor se instale en nosotros. Podemos salir victoriosos en la lucha contra el temor cuando descansamos en las Palabras de Dios. Él ha dicho: “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos” (Salmo 91:10-11).
Finalmente, no debemos desmayar, que significa, no debemos retroceder ni abandonar. Ciertamente, es triste ver cuando personas se apartan del camino de Dios. Debemos evitar tal desgracia recordando que Dios ha prometido: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
Hamlet Arnaldo Hilario Bello