En este último año y medio, tiempo en el que tímidamente nos hemos adentrado a observar el desenvolvimiento de nuestra ciudad, he notado que desde diferentes sectores han querido dejar toda la responsabilidad para ponernos en orden, al ayuntamiento municipal de Nagua.
Es innegable que una cuota considerable en la imposición del orden le corresponde a esta institución, pero, también es innegable que en Nagua existen otros estamentos que si se involucran, ayudarían considerablemente a encaminar nuestro municipio hacia el orden que todos anhelamos, y les citaré dos ejemplos de cómo la participación de otros estamentos del Estado influirían positivamente en nuestro ritmo de vida.
Un ejemplo importante, que refleja la importancia de que el Estado se involucre seriamente en la organización de sus pueblos, es la construcción de avenidas y circunvalaciones, que desvíen considerablemente esa gran cantidad de vehículos que diariamente, a todas horas, se ven atrapados en un kilométrico tapón, debido al crecimiento desproporcionado que ha tenido el sector vehicular en nuestra ciudad.
Una circunvalación contribuiría notablemente en el ordenamiento vehicular de Nagua, agilizando la circulación por vías alternas y trayendo orden en Nagua en diferentes aspectos. Esta obra, que según se rumora está proyectada como parte del malecón de Nagua, sería la solución sine qua non al problema de los tapones en Nagua, lo que implicaría una reducción en el consumo de combustible, menos daño a la atmósfera y medio ambiente, un ahorro significativo de dinero, y mayor rendimiento del tiempo productivo.
Otro ejemplo: si Nagua contara con Amets suficientes, distribuidos en los lugares claves, de mayor flujo de vehículos, su presencia impactaría directamente en los siguientes aspectos: mayor prudencia al conducir, reducción considerable de accidentes, lo que a su vez se traduce en menos casos que no llegarían al hospital de Nagua, y esto, a su vez, en un ahorro para el Estado y los mismos hospitales, los tribunales verían reducidos los casos de accidentes que tendrían que dilucidar, por lo que los jueces y fiscales tendrían más tiempo para instrumentar y fallar los casos ya pendientes, y así podríamos citar diversos escenarios que saldrían beneficiados citando tan solo una participación más directa de ese cuerpo del orden.
Organizar un pueblo que ha crecido en desorden, no es sólo responsabilidad de una institución. El Estado, a través de sus múltiples instituciones, debe involucrarse de manera más activa, especialmente detectando iniciativas importantes, que a su vez se conviertan en múltiples soluciones, convirtiéndose de esa manera en una iniciativa multifuncional.
Vamos a expandir esa visión cerrada que tenemos sobre a quién corresponde organizar una ciudad. Es tarea de todos.
Escrito por: Richard Luzón