Cuando Danilo dijo que de llegar al poder cancelaría al funcionario que el rumor público señale como corrupto, muchos le creyeron, otros quisimos creer en su discurso esperanzador, en pocas palabras, nos hizo albergar esperanzas de cambio en ese ambiente de impunidad que ha caracterizado a nuestros gobiernos.
Pero resulta, que a casi seis años de estar Danilo dirigiendo los destinos de nuestra nación, han sido muchos los funcionarios del más alto nivel que el rumor público y el Ministerio Publico han señalado como autores o cómplices de los más escandalosos actos de corrupción, sin que a la fecha ninguno haya sido cancelado.
Cuando vemos que un joven es apresado, detenido por varios días, y obtiene su libertad mediante el pago de una garantía económica bastante elevada, tomando en cuenta las posibilidades del “infractor”, cabe preguntarse: ¿no traicionó Danilo las esperanzas que sembró en el pueblo dominicano, al no cancelar a esos funcionarios acusados de corruptos por el rumor público? ¿Hasta dónde, cuestionar la conducta del primer funcionario público, exponer nuestro punto de vista de cómo maneja nuestros recursos, es un hecho punible?
Creo que se ha sentado un mal precedente, y el pueblo dominicano debería ver más allá este caso de ese joven apresado, y pensar lo que podría pasar cuando se hagan cuestionamientos más serios y contundentes.”